Los muertos, por mal que lo hayan hecho, siempre salen en hombros.

E.J.P. (viajante, su oficio le permitió descubrir que 'la estupidez es una asociación internacional')

(...) Y acuérdome que, estando el negro de mi padrastro trebejando con el mozuelo, como el niño veía a mi madre y a mí blancos, y a él no, huía de él con miedo para mi madre, y señalando con el dedo decía: "¡Madre, coco¡". Respondió él riendo: "¡Hideputa¡".

Yo, aunque bien muchacho, note aquella palabra de mi hermanico, y dije entre mí: "¡Cuántos debe de haber en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí mismos¡".

A. (cero a la izquierda)

(...) Un libro que no encierra su contralibro es considerado incompleto (...)

J.L.B. (senderista)

Todas las personas interesadas en que el camello pase por el ojo de la aguja, deben inscribir su nombre en la lista de patrocinadores del experimento Niklaus.

Desprendido de un grupo de sabios mortíferos, de esos que manipulan el uranio, el cobalto y el hidrógeno, Arpad Niklaus deriva sus investigaciones actuales a un fin caritativo y radicalmente humanitario: la salvación del alma de los ricos.

Propone un plan científico para desintegrar un camello y hacerlo que pase en chorro de electrones por el ojo de una aguja (...)

J.J.A. (mexicano experto en el parto de los montes)

(...) dije internamente adiós a las novias, a las aventuras secretas (...)


S.P. (cuentista aragonesa)

Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son.


J.C. (nacido en Bruselas en 1914 y muerto por etapas entre 1963 y 1984, ya que dijo haberse muerto un poco tras las muertes --ocurridas entre 1963 y 1977-- de Jean Cocteau, Louis Armstrong, Pablo Picasso, Stravinski, Duke Ellington y Charles Chaplin)

Me conozco, y conozco la profundidad de mi egoísmo. No sé estar en paz (y estar en paz es mi mayor deseo) si otra persona sufre, si lo oigo o lo veo o lo toco. A veces los inocentes confunden esto con falta de egoísmo. Cuando en realidad lo que hago es sacrificar una pequeña ventaja --en este caso la de que atendieran antes mis heridas-- para conseguir una ventaja mucho más grande, la paz de la mente, que me permite pensar únicamente en mí mismo.

G.G. (inglés)

(...)

Quiero tu nombre olvidar

olvidar tu nombre

pero es inútil intento

porque con mi propio aliento

lo dibujo en el cristal

(...)

V.D., que lo cantaban, y muy bien por cierto.

(...)

si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo

como una nube en la luz;

si como muros que se derrumban,

para saludar la verdad erguida en medio,

pudiera derrumbar su cuerpo,

dejando sólo la verdad de su amor,

la verdad de sí mismo,

que no se llama gloria, fortuna o ambición,

sino amor o deseo,

yo sería aquel que imaginaba

(...)

L.C. (dandy)

Jura una y otra vez que comenzará una vida mejor.

Mas al llegar la noche y sus consejos,

sus compromisos y sus ofrecimientos,

mas al llegar la noche con su propio poder,

el del cuerpo que quiere y pide, al mismo

fatal placer, perdido, se dirige de nuevo.

C.C. ó K.K. (políglota)

Que la vida iba en serio

uno lo empieza a comprender más tarde

-como todos los jóvenes

yo vine a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería

y marcharme entre aplausos

-envejecer, morir, era tan sólo

las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo

y la verdad desagradable asoma:

envejecer, morir,

es el único argumento de la obra.

JGB (aguafiestas)

Ni retórica ni dialéctica; todo intento de comunicación por la palabra es una utopía.

M.D. (cazador)

Sucede en algunas ocasiones verdaderamente extraordinarias, cuando todos los comedores del universo coinciden en el menú. Todos los jefes de Estado se telefonean y espolvorean sal y pimienta en los receptores de sus aparatos.

AMG (obeso con barba)

Dicen que ha escrito Lopico,

contra mí versos adversos,

mas si yo vuelvo mi pico,

con el pico de mis versos,

a ese Lopico lo pico.

(poeta apellidado Y Argote por parte de madre, en cuyos homenajes los asistentes se ven poseídos por espíritu de pertenencia a un clan, del que suelen renegar con el paso de los años)