jueves, 11 de marzo de 2010
(DESDE NIÑO HE PENSADO QUE LA SOMBRA DE
LAS COSAS DEBIERA PROYECTAR OTRA SOMBRA
DE ESENCIA INFINITAMENTE MAS SUTIL)
(...)
¡No puedo hallar la sombra de mi sombra¡
solo este palpitar de vidas huecas,
solo esta boca de opacos alaridos,
este paso que marcha a contrapaso,
esta carne de acero y dulce nata,
este soñar del sueño de otras olas.
Dolor que purifica y asesina,
oigo gritos nacidos de los gritos.
Todos dicen "es aire lo que buscas"
¡¿Cómo hallarlo con estos brazos mancos?¡
J.A. (caminante de sombras)
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Lo malo no es que pienses asuntos tan avanzados, sino que lleves haciéndolo desde niño. ¿Doblas también cucharas con el pensamiento?
ResponderEliminarLo que figura entre paréntesis al inicio de esta entrada es el título del poema, es decir, fue escrito por J.A. como el resto. Yo, de pequeño, sólo doblaba cucharas con el pensamiento. Por cierto, como ha muerto Delibes, recomiendo su libro "La hoja roja".
ResponderEliminarCuando a la gente le faltan músculos en los brazos, le sobran en la lengua.
ResponderEliminarM.D., refiriéndose a Morrojable.
En este blog había (y hay) una cita de M.D., que además no parece de M.D. De su libro "Párabola de un náufrago". Os informo que, para mí, hoy es San Fermín, así que pondré la tele a ver si ponen los encierros.
ResponderEliminarLa sensación de gravitación
ResponderEliminarLa fiereza de una cara
En un sueño dentro de otro sueño.
Esto lo escribió uno que se murió hace exactamente 10 meses.